23 mayo, 2022
17:30
Centro Párraga y Teatro ESAD Murcia
AUTOR: Paolo Genovese
GRUPO: 3ºA
COORDINADORA DEL TALLER: María Encarna Illán. PROFESORES DEL TALLER: María Encarna Illán, Raquel Berna, Elvira Carrión, Aurelio Rodríguez, Ana Dolores Penalva, Luis Ahumada, Gemma Lezaun, Adela Hernández, Pedro Celdrán.
FECHA PREVISTA Y LUGAR DE ESTRENO: 23 y 24 de mayo Centro Párraga y 30. 31 de mayo y 1 de junio Aula 4.3.
DURACIÓN DE LA OBRA: 1:30H
ÉPOCA: Actual GÉNERO: Comedia
REPARTO: Joaquín Alcántara, Marta Aniorte, Samuel Asensio, Jose Arias, Daniel Aparicio, María Baeza, Nuria Casas, Paco Cerón, Zaida Reñé, Lucia Suárez.
SINOPSIS: Un grupo de amigos, formado por cuatro parejas que tienen una amistad de muchos años, quedan a cenar en la casa familiar de una de las parejas. Durante la celebración se propone un juego aparentemente inocente: atender las llamadas y los mensajes públicamente. Este juego dantesco sacará a la luz sus secretos más escabrosos y devendrá en una pesadilla para todos.
Esta comedia dramática grupal es un caleidoscopio de intereses cruzados que representan la complejidad de las relaciones entre personajes, una analogía clara de la complejidad estructural y sistémica de las relaciones entre seres humanos. Desde el ámbito de la interpretación y desde el ámbito de la voz escénica, realizamos una incursión por las relaciones afectivas y por las relaciones de poder de unos personajes contemporáneos, que establecen unas interconexiones que muestran las sombras de una sociedad enferma y en crisis; pero que a la vez nos hacen sonreír por la complicidad, las contrariedades, el absurdo, las ironías, la paradoja… Estudiamos cómo estos personajes construyen unas identidades que son espejo de las reacciones de los otros, y como funciona la máxima sartriana de “el infierno son los otros”: presuposiciones, sugerencias, sobreentendidos, malentendidos, y estrategias de falseamiento o evitación de la realidad. Las máscaras se construyen componiendo una farsa grotesca y extraña, misteriosa, pero llena de implicaciones vitales.
El espacio cerrado somete a los personajes a una tensión y a una revelación de su verdad más íntima, justo aquello que quieren esconder. Y todo ello funciona como motor dramaturgístico que impulsa a los personajes hacia el encuentro de su destino. Toda una metáfora de lo que le ocurre al ser humano en una sociedad en la que se encuentra sometido a múltiples presiones y hacia direcciones variadas.
Por: ESAD MURCIA -
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